Viajes fin de curso en inglés: porque los niños aprenden con facilidad

A todos nos ha tocado concientizar, a veces por la vía difícil, que dominar la lengua inglesa como segundo idioma nos abre muchas puertas, ofreciéndonos todo tipo de ventajas, personal y profesionalmente. Por otro lado, los niños, cual esponjas, poseen gran capacidad de asimilar nuevas instrucciones. Entonces una idea genial sería proporcionarle a nuestros hijos viajes fin de curso en inglés, premiándoles además por el esfuerzo realizado durante el año escolar.

Los más jóvenes poseen la habilidad de asimilarlo como nativos; es decir, sin acento, con lo cual desarrollan una pronunciación cercana a la perfección que mantienen de por vida. Si comienzan a estudiarlo de mayores les resulta casi imposible lograrlo. Se cree que los menores de 7 años pueden aprender cualquier nuevo idioma tan fácil como si fuese la lengua materna. Inclusive será natural para aquellos que aún no sepan escribir en español.viajes fin de curso en ingles

Otra razón por la cual los pequeños aprenden rápido es porque pueden dedicar tiempo del que muchos adultos no disponen para el aprendizaje. Todo el día para ellos es una sesión de estudios. Y al tener menos preocupaciones en la mente y situaciones apremiantes que resolver pueden concentrarse en sus objetivos.

Lo que si es cierto es que los adultos no necesitan de tanta diversión al instruirse como los niños. Y pareciera que cada vez esta condición se hace más demandante. Una maestra en la actualidad requiere convertirse en una show-woman para poder impactar a los alumnos. Por esta causa también resulta fascinante darles un curso de inglés combinado con un viaje de verano: ¡recreación y aprendizaje garantizado!

La tercera razón para esforzarnos en que nuestros herederos aprendan otro idioma es que al contrario de nosotros, tímidos padres, ellos no tienen ningún temor a la hora de abrir la boca y equivocarse. Eso es parte del proceso cotidiano de enseñanza y no les impide explorar nuevos mundos. Así que una semana de inmersión total en la lengua de Shakespeare podría ser tan efectiva como años de esfuerzos de un adulto.

En conclusión, en las próximas vacaciones dele a sus niños una actividad segura, controlada, divertida e instructiva: ¡un viaje para aprender inglés! La idea será gratamente aceptada.

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